¿Alguna vez te preguntaste exactamente cuánto comprene tu perro de lo
que le dices; o te sorprende cuando te espera en la puerta antes de que
le indiques que están por ir a dar un paseo? Entonces presta atención,
porque puede que tu
mascota esté más conectada a tí de lo que pensabas.
mascota esté más conectada a tí de lo que pensabas.
Para develar este punto, a continuación repasaremos tres estudios
científicos que recientemente han profundizado sobre la forma en la que
nos relacionamos con nuestros perros y el nivel real de comunicación que
existe entre ambas especies.
Decoficación de nuestro lenguaje corporal
Durante décadas, los científicos han estudiado la “cognición social” en animales, término que se refiere a la forma en que estas criaturas leen señales en el comportamiento de otras.
La prueba clásica que suele realizarse en los estudios de este tenor
consiste en esconder una golosina en uno de dos lugares y señalar luego
en cuál de ellos se encuentra. Mientras que se comprobó que los
chimpancés tienden a elegir un lugar al azar, ignorando la señal dada
por el humano, los perros siguen la indicación con éxito.
Según el experimento, al esconder la golosina y señalar dónde está,
los perros logran encontrarla —¡y devorarla!—, aunque ésta no huela a
nada.
Este resultado probablemente se deba a que los años de domesticación y
convivencia les hayan dado a nuestros compañeros caninos una habilidad
más desarrollada para prestarnos atención y entender nuestra
comunicación visual.
Capacidad para enteder palabras
Algunos perros entienden un repertorio de palabras bastante extenso y
el mayor de todos pertenece a Chaser, un border collie hembra que se
ganó el título del “perro más inteligente del mundo”, gracias a que
¡entiende más de 1022 nombres de objetos! Nada mal, especialmente
teniendo en cuenta que se estima que los humanos utilizamos apenas unas 300 palabras en promedio para hablar.
Claro que Chaser no aprendió sola todos esos nombres, sino que su dueño John Pilley -profesor emérito y psicólogo retirado- comenzó a enseñarle formas básicas del lenguaje hace casi tres años.
Al ser un border collie, Chaser tiene una naturaleza inquieta y
excitable, y busca constantemente en qué descargar su energía. Estos
rasgos de raza la vuelven idónea para innovar a la hora del juego.
Actualmente, Chaser puede ir en busca del juguete que se le pida dentro
de una amplia selección, pero eso no es todo. Incluso comprende
instrucciones más complicadas que “siéntate” o “no”: Chaser sabe qué
significa “relájate” y “ve a la sala”. En una nota reciente,
un periodista escondió un juguete y, cuando Chaser no logró
encontrarlo, el hombre pudo guiar a la perra a destino dándole
indicaciones de “frío” y “caliente”.
Habilidad para engañarnos
Acorde a lo señalado por otro estudio
realizado en el Departamento de psicología de la Universidad de
Portsmouth, los perros domésticos suelen robar comida cuando creen que
nadie puede verlos, lo que sugiere que sus travesuras tienen más
premeditación de lo que se pensaba.
Sucede que si un humano le prohíbe tomar comida de un lugar, el can
tiene cuatro veces más chances de ir a buscar ese premio negado cuando
el cuarto está a oscuras. Es decir, las mascotas tienen bien
identificados los momentos en los que no pueden ser vistas para tomar el
refrigerio en cuestión, lo cual las libera -finalmente- de quedar del
todo incriminadas en el hecho.
Según afirmó la doctora Juliane Kaminski, quien condujo la
investigación: “Esto es increíble porque sugiere que los perros
entienden que el humano no puede verlos, lo que significa que podrían
entender la perspectiva humana”.
¿Has podido apreciar estos comportamientos en tu perro?
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